Llevo mucho tiempo analizando el tema en cuestión. Y me estaba conteniendo hasta que se organizaran mis pensamientos y así pudiera expresarme de una manera correcta y ordenada.
Cuando decidimos comenzar este proyecto relacionado a la música cristiana lo hicimos sabiendo que la mayor parte del contenido seria dando a conocer a los lectores los proyectos musicales de cada uno de los cantantes cristianos locales e internacionales. Pero, dejando bien claro que nunca exaltaremos al hombre. Si no, que exaltaríamos la labor de Dios por medio de lo que hace con el hombre a través de la música. Y ese es nuestro propósito.
No obstante, cuando hablamos de cantantes cristianos a los mismos se les define de varias formas. A unos les llaman salmistas, cantores y a otros adoradores. Y dado a que también me apasiona cantarle a nuestro Señor Jesucristo es que nace de esta forma la pregunta en cuestión: ¿realmente somos adoradores?
En un momento dado compartí en uno de mis perfiles sociales el siguiente pensamiento:
“MUCHOS SE HACEN LLAMAR ADORADORES SOLO PORQUE CANTAN, PERO SIENDO ASÍ NO DEJAN DE SER SIMPLES CANTANTES. PARA UNO SER ADORADOR NO HACE FALTA TENER TALENTOS. LO QUE HACE FALTA ES TENER ACTITUD”.
Este pensamiento me costo un debate con personas muy allegadas y a las cuales aprecio, donde específicamente defendían el hecho de que los que cantan para Dios son adoradores y punto. Y yo les trataba de hacer entender que no basta con cantar para ser un adorador. El cantar no te hace adorador.
Para calmar la sana contienda continué diciendo en otra publicación:
“SI SE TRATA DE SER CANTANTES, ENTONCES CUANDO TENGAMOS ACTITUD DE ADORADOR ES QUE PROVOCAREMOS QUE LA GLORIA Y LA UNCIÓN DE DIOS DESCIENDA”.
Si analizamos las definiciones del concepto “cantante” y del concepto “adorador” podremos notar una marcada falta de semejanza.
De manera simple cantante se define como un artista que produce con su voz sonidos melodiosos, normalmente utilizando palabras que suelen rimar. Y un adorador es aquel que realiza el acto de adorar. Y vale añadir que la adoración es la intención interna del ser humano, es un estado (actitud), es un estilo de vida. La adoración es la acción y efecto de rendir culto a Dios. Es la entrega plena de nuestro ser para con Dios.
Y luego de analizar los conceptos podemos comprender que todos podemos ser cantantes, pero no todos podemos ser adoradores. Para eso hace falta Actitud.
Y mientras meditaba en la elaboración de este escrito, hallé una publicación de nuestra amiga Lorell Quiles, la cual es muy similar en pensamiento a lo que estoy compartiendo. Y cito:
“NO TE AFANES POR GRABAR UN DISCO SI NO TIENES NADA QUÉ DECIR. COMO COMPOSITORA, A MENUDO ME ENCUENTRO EN LA DISYUNTIVA DE ESCRIBIR O NO PARA CANTANTES ESPECTACULARES, PERO QUE NO TIENEN UN MENSAJE PARA ENTREGAR; PERSONAS QUE SÓLO ME DICEN: ESCRIBE LO QUE DIOS TE DÉ; CANCIONES CORTA-VENAS… ¡INSPÍRATE! AMIGOS MÍOS, PODEMOS CANTAR CANCIONES PROFUNDAS, CON ARREGLOS QUE QUITEN EL ALIENTO. PERO SI NO TENEMOS UNA PALABRA EN NUESTRA BOCA QUE TENGA EL PODER DE DAR ALIENTO, SI NO SABEMOS QUÉ DECIR CUANDO EL “TRACK” TERMINA, SI NO NOS ATREVEMOS A ORAR POR UN ENFERMO… Y MÁS, SI SABEMOS BRINCAR Y ALABAR EN TARIMA, PERO NO SABEMOS ARRODILLARNOS Y GEMIR EN PRIVADO…DISCULPEN MI RUDEZA, NO LO DIGO POR INSULTAR A NADIE SINO POR NUESTRO BIEN, POR FAVOR, ¡NO GRABEMOS UN DISCO! SEAMOS DILIGENTES EN CONOCER LA PALABRA, CONOCER A DIOS PARA DARLO A CONOCER. ¿CANTANTES? PUES LOS ÁNGELES LE CANTAN ESPECTACULARMENTE… MÁS DIOS NO NECESITA MÁS DISCOS … EL ANHELA EL CÁNTICO NUEVO DE UN REDIMIDO QUE LE ADORA EN ESPÍRITU Y EN VERDAD.”
Y a esto es que va dirigido mi escrito editorial. A que busquemos ser realmente adoradores en espíritu y en verdad como lo exige Dios en su Palabra justamente en el libro de Juan 4:23-24 que dice:
23 MAS LA HORA VIENE, Y AHORA ES, CUANDO LOS VERDADEROS ADORADORES ADORARÁN AL PADRE EN ESPÍRITU Y EN VERDAD; PORQUE TAMBIÉN EL PADRE TALES ADORADORES BUSCA QUE LE ADOREN. 24 DIOS ES ESPÍRITU; Y LOS QUE LE ADORAN, EN ESPÍRITU Y EN VERDAD ES NECESARIO QUE ADOREN.
Dios nos ha bendecido con grandes talentos. Hemos adquirido un buen dominio escénico. Pues Gloria a Dios por todo eso. Ahora nos toca aprender más de Dios. Buscar más de Dios y menos de nosotros. Busquemos llenarnos cada día más del Espíritu Santo de Dios.
Busquemos adentrarnos en su Palabra. Amar a nuestro prójimo como decimos que le amamos a Él. Vivir para Él no importando las condiciones de vida. Ser dignos representante de Cristo. Entreguemos nuestro ser en el secreto con Dios y el nos exaltará en público.
Comprendiendo que el tener la oportunidad de pararnos en un altar o en un escenario no es para que modelemos lo bueno que cantamos y nos luzcamos. ¡No! La oportunidad de que estemos en el altar o en algún escenario es la que aprovecha Dios para lucirse (glorificarse) y mostrar al mundo lo que ha hecho con nosotros y nos da la oportunidad de abrir nuestras bocas para que demos por testimonio a través del canto Cuan Grande Es Él.
Ser adorador no se demuestra en el escenario ni con un disco de oro. Ser adorador se demuestra en la prueba. Que tu vida siga siendo la misma para con Dios. Que tu voz no calle, que no dejes de adorar ni que cese la alabanza de tu boca aunque te haya llegado el día malo.
Habiendo comprendido lo antes expuesto culmino preguntando nuevamente, ¿Realmente somos adoradores?
Este artículo fue escrito por Luis Bernier en el 2018 para la revista online Somos Tu Música.
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