El Apostol Pablo nos comparte en el libro de Romanos 12:2 “No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cómo es la voluntad de Dios: buena, agradable y perfecta.” Cuando hablamos de la transformación mediante la renovación de la mente, comprendemos que la misma viene del oír la palabra de Dios. Para que la palabra de Dios sea compartida y llevada al oído de las personas, Dios prepara y comisiona a hombres y mujeres para compartir su palabra, la cual renovará la mente de los que la escuchen, logrando ser transformados. Uno de esos hombres es el Pastor Ismael “Eggy” Vázquez Sierra, quien, junto a su esposa Clary Navarro Bristol y sus hijos Fransheska, Jessenia e Ismael, emprendió el camino en la ardua tarea de transformar una ciudad.
Producto de la oración incansable de su abuela Mamá Francisca, el pastor Eggy Vázquez entregó su vida al Señor a la edad de 14 años y comenzó a congregarse con sus padres y hermanos en la Iglesia Cristo Viene Pronto del pueblo de Guayama. Allí, Dios comenzó a formarlo en el ministerio de la música y a posicionarlo como líder de jóvenes.
“El primero que se convirtió al Señor fue mi papá Ismael (Maelo), quien luego de asistir a un concierto de Richie Ray y Bobby Cruz, Dios lo enamoró de manera tal que fue libertado de sus ataduras y conoció la Verdad que lo hizo libre” nos relató el pastor.
Eggy, al igual que su mamá Carmen y hermanos, comenzó a ver el cambio en su padre, quien se apartó del mundo y entregó su vida por completo al Señor.
“Mi papá nos cuenta que, cuando él se convirtió, él iba solo en el carro de camino a la iglesia, Al pasar por el negocio donde frecuentemente se pasaba en delitos y pecados, él vio cómo el enemigo abordó el carro y comenzó a hablarle para seducirlo a que se detuviera y volviera a atrás. Mi papá logró alejarse del lugar y vencer esa tentación. Al llegar a la iglesia, se fue de rodillas al altar y, llorando, le dijo a Dios que él solo no podía, que necesitaba ayuda y compañía. Al culminar de orar, tomó la Biblia en sus manos y, al abrirla, se encontró con el libro de Hechos 16:31 que dice: ‘Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.’ Desde ese día, metafóricamente, él arrancó esa página de la Biblia, la guardó en su corazón y comenzó a creer en esa promesa. Al llegar a casa, le cuenta lo sucedido a mi mamá y ella comprendió que no era bueno que él estuviera solo si quería que su casa prevaleciera. Siendo una mujer sabia, le dijo: ‘Desde hoy ya no estarás solo,’ y desde ese día comenzó a visitar la iglesia con él.”
Apasionado por la percusión, Eggy tomó clases de música en la escuela y logró ser parte de la banda estatal juvenil llamada Copani, la cual estaba compuesta de músicos élites de bandas escolares. Esto lo llevó a interesarse más en los asuntos de la iglesia, ya que al saber de música, podría pertenecer al grupo de adoración. Es ahí donde entonces conoce a su esposa Clary, quien fue nacida y criada en el evangelio y quien era una de las coristas en el grupo de adoración Voces de Salem de la Iglesia De Dios Inc., donde un joven Eggy posteriormente fue el baterista. Estos dos jóvenes se enamoraron, y es ahí donde Dios unió sus vidas en un solo propósito; desde entonces, no se han separado.
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Juntos comenzaron a trabajar en el ministerio, logrando impactar a niños y jóvenes. Dios los posicionó como maestros de escuela bíblica, consejeros de jóvenes y líderes del ministerio de niños. Ya casados y con tres hijos, el Espíritu Santo comienza a inquietarlos a buscar algo más, lo que los lleva a la Iglesia Ciudad Fuerte del Pueblo de Cayey. “Al llegar allí, el pastor nos dice que no estaremos mucho tiempo, pues Dios nos llevaría al pastorado” manifestó. Allí estuvieron 5 años de los cuales fueron pastores de jóvenes y luego pastores asociados. Un domingo, Dios le habla a través de un ministro de la música y le dice que el tiempo de ellos acabó en ese lugar, dado a que es tiempo de salir a abrir un campo nuevo. Esta palabra que les fue dada fue de confirmación a una palabra que ya habían recibido hace un tiempo en el pueblo de Ceiba, donde un profeta les dijo que Dios los llevaría a emprender en una ciudad que ellos tenían en su corazón.
“Ya nosotros anhelabamos irnos a vivir para los Estados Unidos, y mis hijos, escuchando esto, se pusieron contentos y gritaban: ‘¡Nos vamos para Estados Unidos!’ Entonces fuimos a Plaza las Américas y compramos maletas para ejercer el viaje. No obstante, mi esposa y yo somos nacidos y criados en el pueblo de Guayama y en nuestro corazón estaba servir en nuestra ciudad. Y es ahí que comprendimos que el llamado no era para los Estados Unidos, sino que el llamado era para transformar nuestra ciudad. Es ahí que salimos de la Iglesia Ciudad Fuerte en Cayey y emprendimos el viaje pastoral comenzando nuestra Iglesia Ciudad Deseada en el pueblo de Guayama.”
Comenzaron la obra en el mes de marzo en la marquesina de la casa de su papá y el avivamiento era tal que, pasaron unos meses y ya no había cupo para tantas personas que se reunían en el lugar. De allí, logran arrendar un local en el San Vicente Mall de Guayama, y en cuestión de un año tuvieron que comenzar a dar dos servicios los domingos para poder cumplir con la demanda espiritual que había. Dios comenzó a hacer cosas grandes con esta familia, y la vidas eran transformadas por la palabra de Dios.
Al cabo de dos años, Dios los lleva a adquirir el arrendamiento de otro local con mayor capacidad de espacio y no pasaron 12 meses para cuando tuvieron que nuevamente brindar dos a tres servicios los domingos debido a que cada día llegaban más familias con hambre y sed de Dios. Realizaban impactos comunitarios con un evangelismo diferente, combinando el ministerio de misericordia y las diversas formas de llevar la palabra de Dios. Logrando impactar para bien a niños y jóvenes, y por consecuencia a sus padres, logrando la transformación de toda una familia. “El ministerio Misericordia fue clave para nosotros. Impactamos muchos lugares desde antes de comenzar a pastorear y llevábamos alimentos, artículos de primera necesidad y dicho ministerio fue el modelo a seguir al comenzar nuestra obra,” señaló.
Algunas fotos en acción del ministerio Misericordia realizando ayudas comunitarias.
Como muchas de las iglesias, la Iglesia Ciudad Deseada experimentó un fuerte golpe con el paso del huracán Maria. Su estructura fue destruida y la fe de los pastores Eggy y Clary fue puesta a prueba. No obstante, Dios nunca les abandonó y lograron recuperarse de tal situación. Pero, cuando apenas estaban reverdeciendo, el país fue impactado con la pandemia del Covid-19, provocando el cierre de la obra. No obstante, aun con sus puertas cerradas, la obra de Dios no se detenía. El Pastor Eggy Vazquez activo el ministerio Misericordia y comenzaron a impactar la ciudad de Guayama, brindado ayudas a los más necesitados y siendo centro de distribución de ayudas para muchas otras iglesias. Hoy pueden testificar que la crisis no detuvo el propósito por el cual fueron llamados.
Hablando de llamados, esta pareja fue llamada a Transformar una ciudad y hoy por hoy podemos ver como Dios los ha posicionado más allá del ministerio, permitiendo que sean parte de iniciativas de gobierno muy importantes. La pastora Clary está ejerciendo la dirección de la Oficina de Ayuda al Ciudadano en el municipio de Guayama, donde son muchos los que son recibidos por esta mujer de Dios, brindando un servicio de excelencia en beneficio de la ciudad de Guayama, mientras que el Pastor Eggy, además de pastorear la iglesia, sirve a la ciudad como representante de las Organizaciones de Base de Fe y Portavoz del Comité de Integración Ciudadana del Negociado de la Policía de Puerto Rico, Área de Guayama.
“Veo esto como una oportunidad que Dios nos da para seguir adelantando su Reino, transformar nuestra ciudad y ser útil en esta agencia de ley y orden. La Reforma de la Policía exige que haya un cuerpo civil que observe y evalúe los procesos camino al cumplimiento del Acuerdo Federal y de ahí nace dicho comité. De igual forma, mi esposa está posicionada en el municipio de Guayama, laborando en la Oficina de Ayudas al Ciudadano, y puedo entender que de alguna forma somos un canal de bendición para esta ciudad”.
Algunas fotos del Pastor Eggy Vázquez en representación del Comité de Interacción Ciudadana.
En fin, bajo la cobertura de la Apóstol Wanda Rolón y Pablo Ortega, ya son 15 años donde muchas familias han sido impactadas por Dios a través de la gesta ministerial de los pastores Eggy y Clary. Mas pudiendo notar la importancia que él le da a su componente familiar en esta gesta tan importante, le pregunté: ¿cuán importante es la familia en el ministerio y en la misión de transformar una ciudad? Y él me contestó:
“Sin mi familia no se hubiese podido hacer. Yo no creo que Dios llame a uno solo. Si estás soltero, bien, pero si estás casado, Dios llama a una Familia. La familia es el motor. La biblia dice que es mejor dos que uno… Y después de Dios, la familia es la que te sostiene. Hoy tú estás arriba y mañana puedes estar abajo, y si no tienes a tu familia… y aunque hoy tengo hijos que no están alineados a la voluntad de Dios, pues se han desviado, yo creo que algún día Dios los volverá a traer, pero ellos siguen siendo mi motor. Y aunque no están alineados, ellos siguen conectados, pues han entendido que siguen siendo parte del plan.
Hay un factor muy importante para mi: mi esposa es lo más importante en mi ministerio. Si mi matrimonio no está bien, el ministerio va a ser un fracaso. Y nuestros hijos, aunque no estén alineados, ellos saben cual es el llamado de papá y mamá, porque Dios no nos llamó solo a nosotros; Dios llamó a toda mi familia. Dios no me llamó solo, y antes de comenzar, nos reunimos toda la familia y les dije: ‘Dios nos está llamando al ministerio. ¿Aceptan el reto con nosotros? Y aceptaron. Fueron nuestros primeros adoradores y servidores, y Dios fue añadiendo a la casa. La familia dentro del plan de Dios es lo más importante. Cuando sentí el llamado al principio mi esposa no quería, y no fue hasta que Dios enamoró a mi esposa y enamoró a mis hijos que entonces emprendimos la misión de transformar nuestra Ciudad”, concluyó.
Algunas fotos de los Pastores Eggy y Clary Vázquez junto a su familia e iglesia.
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